Ovide Decroly
Nació el 23 de julio de 1871, en Renaix (Bélgica, Flandes oriental), y murió, el 9 septiembre de 1932, en Bruselas. Hijo de un industrial de origen francés, pasó sus primeros años en un gran jardín donde su padre lo inició en los trabajos manuales. Hizo sus estudios secundarios en internados donde se aficionó a las ciencias naturales, gracias a una profesor que le permitía hacer experimentos en su laboratorio. Habiendo obtenido el título de médico en la Universidad de Gante, continúo sus estudios en Berlín y después en París, donde, bajo la dirección del profesor Philippe, estudió los cerebros de los tabéticos, orientándose así hacia las enfermedades nerviosas.
Precursor de los test de Inteligencia.
De vuelta en Bélgica fundó en Bruselas, en 1901, con ayuda de Mme. Decroly, que fue durante toda su vida la más próxima colaboradora de su marido, un instituto laico para niños con discapacidad intelectual. En realidad abrió su propia morada a los niños deficientes, cosa que le permitió vivir en contacto directo con los sujetos que quería observar. Colocó así las bases del instituto especial, situado actualmente en el Vossegat, en Uccle. A instancias de los amigos entusiasmados con sus nuevos métodos para la enseñanza de los discapacitados, abrió en 1907 un establecimiento para estos niños a la cual llamó “escuela de la Ermita”. La dirección de ambas escuelas fue para él una fuente constante y rica de investigaciones y publicaciones.
Participó activamente en la vida científica internacional, sobre todo en el primer Congreso de Paidología que presidió él mismo en 1911, en Bruselas y en el Congreso Internacional de Calais en 1921, donde contribuyó a la fundación de la Liga Internacional para la Educación Nueva. Al mismo tiempo fue profesor en varios, establecimientos, entre los cuales están la Universidad libre de Bruselas y la Escuela de Altos Estudios, así como inspector-médico en el Ministerio de justicia (Protección de la Infancia) y en el Servicio de Enseñanza especial del municipio de Bruselas.
Obras
- La función de englobamiento y su aplicación. (1906-1929).
- La mesure de l’intelligence chez l’enfant, 1907 (‘La medida de la inteligencia del niño’).
- Hechos de psicología individual y la psicología experimental(1908)
- El tratamiento y educación de los niños deficientes (1915)
- Función de globalización(1923)
- La liberté et l’éducation, 1925 (‘La libertad de la educación’) .
- L’évolution de l’affectivité, 1927 (La evolución de la afectividad).
- La práctica de los test de inteligencia (1928)
- De aquí las bases del método Decroly, de respetar la aptitud del niño a apoderarse globalmente de los sectores de experiencia que le motivan un interés efectivo; organizar todas las actividades escolares en torno a “centros de interés” propios para cada edad; estructurar las actividades mismas en actividades de:
La Observación. A través de la observación directa se descubren las cualidades sensoriales de los objetos: se palpa, se pesa, se huele… Es el inicio del método científico.
La Asociación. En este proceso se relacionan los conocimientos previos de los alumnos con los adquiridos en la observación, potenciando la ordenación, comparación, seriación, tipificación, abstracción, generalización…
La Expresión. La expresión sería la culminación del proceso, y en ella podemos destacar.
Ovide Decroly estudió las corrientes de la psicología contemporánea y siguió las directivas de Jean Piaget y la Escuela de Ginebra. Es importante destacar la estrecha relación que estableció entre globalización e interés al analizar las formas de la percepción infantil. El interés de los niños lo liga a las necesidades básicas, y a éstas las dividió en cuatro especies: 1) necesidad de nutrirse, 2) necesidad de refugio, 3) necesidad de defenderse y protegerse, 4) necesidad de actuar, de trabajar solo o en grupo, de recrearse y mejorar.
Cada una de ellas puede constituir un "centro de interés", eje de actividades de todo un curso escolar. Destaca la importancia de familiarizar al niño con lo que le interesa, sin obligarlo a analizar, diferenciar o separar en edad temprana. Dichas operaciones serán objeto de articulación posteriormente.
El principio de globalización de Decroly excluye las materias tradicionales; los conocimientos se organizan en cuatro áreas: la historia en tanto asociación con el tiempo; la geografía con el espacio; las actividades expresivas (lenguaje, dibujo, música) y las de observación, que se concretan como exploración del espacio. Su obra más destacada es La función de la globalización y la enseñanza (1929).
Victor Alomo de la Rosa
Nació en Santa Cruz de Tenerife el 29 de octubre de 1969, aunque pasó su infancia en El Hierro, principalmente en El Pinar y La Restinga. El Hierro y sus emblemáticos paisajes son centrales de su obra literaria cuando cursaba la universidad en el IAES
Se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna en 1994. Sus primeros poemas obtuvieron en 1987 un accésit del premio Félix Francisco Casanova, mientras que su primer texto narrativo es el relato Hacia el agua, el fuego, publicado en el periódico tinerfeño El Día el 10 de julio de 1988. Su primer libro de poemas, Fósiles o armaduras del tiempo, obtuvo el premio de poesía Casa de Venezuela en Canarias en 1989, mientras que el segundo, Ángulos de la medianoche, se publicó en 1990 en la colección Nuevas Escrituras Canarias de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias. Ya en 1991 publicó su primer libro de narrativa, un volumen de relatos, Las mareas brujas, que reunía cuentos escritos entre 1987 y 1990. El escritor sigue alternando habitualmente la publicación de su obra poética y de su obra narrativa hasta la actualidad.En 1993 fue seleccionado para participar en el Foro Internacional de Jóvenes Escritores celebrado en Málaga, donde conocería a José Saramago, con cuyo apoyo contó desde entonces. En 1994 Ediciones La Palma publicó El humilladero, su primera novela, en Madrid, que fue presentada en el Ateneo de la capital con la asistencia de Saramago. Víctor Álamo de la Rosa residía por entonces en Río de Janeiro, donde publicó en 1995 la primera traducción de uno de sus libros, As marés bruxas, en la editorial brasileña Sette Letras. Durante su estancia en Brasil escribió su segunda novela, El año de la seca, que vio la luz en 1997 en portugués, con prólogo de José Saramago, en Río de Janeiro. Desde su primera edición, esta novela no ha parado de traducirse y publicarse en numerosos países, caso de Venezuela (Monte Ávila Editores), España (Espasa-Calpe y Tropo Editores), Francia (Grasset), Croacia (Oceanmore), Portugal (Casa das Letras), consolidando la trayectoria internacional del escritor canario.En 2001 la editorial Espasa publica Campiro que, su tercera novela, que tuvo dos ediciones en España y que fue alabada por la crítica nacional e internacional gracias a sus traducciones al francés y al portugués. Importantes medios de comunicación reseñaron la obra, sobre todo en Francia, en los suplementos literarios de Le Monde y Le Figaro, hasta situarla en 2005 entre las finalistas del Prix Fémina a la mejor novela extranjera editada en Francia. Víctor Álamo de la Rosa participó ese mismo año en el Festival del Libro Etonnats Voyageurs de Saint-Malo, el más importante del país, como escritor invitado. Grasset, su editorial francesa, siguió apostando por la narrativa de este escritor, y en 2005 adquiere los derechos de su cuarta novela, Terramores, que traduce y publica en 2007. Esta novela sólo conocerá edición en su original en español en 2008, editada por Artemisa en Madrid. Curiosamente, novelas y relatos de este escritor se han ido publicando antes en otras lenguas y en otros países. Esta dedicación a la novela no ha silenciado su obra poética. El escritor publicó en 1997 su tercer poemario, Altamarinas, seleccionado por Luis Antonio de Villena entre los mejores del año para el suplemento La Esfera de El Mundo, mientras que en 2002, Baile del Sol publica en Tenerife Mar en tierra, una antología de su obra poética que incluye una selección de poemas inéditos titulada Últimos poemas (1997-2002). Desde entonces, más de diez años habrá que esperar para volver a conocer nuevas entregas poéticas del autor: El equilibrista y los jardines, Madrid, Ediciones La Palma, 2013, y La tos de Pablo y otros poemas para inventar el mundo, Baile del Sol, 2016, son sus últimos libros de poesía.Su obra literaria incluye además dos narraciones destinadas a público infantil y juvenil, El naufragio de los mapas y Omar el Cangrejo, publicadas en Tenerife por Editorial Afortunadas y Ediciones Idea, respectivamente, en 1998 y 2004. Salvo unos pocos años, donde ejerció como profesor de Enseñanza Secundaria, la vida profesional de Víctor Álamo de la Rosa se ha decantado hacia la Comunicación y el periodismo, que ha ejercido en múltiples medios de comunicación como Televisión Española, Televisión Canaria, La Gaceta de Canarias, Diario de Avisos y La Opinión de Tenerife, entre otros. Producto de esta dedicación es su libro Escritores en su tinta, un volumen de entrevistas a escritores canarios. Colaborador habitual de la revista National Geographic Viajes, Víctor Álamo de la Rosa es premio de periodismo Leoncio Rodríguez 2008 y profesor de técnicas narrativas y de relato corto.Su obra literaria ha recibido numerosas distinciones, como el Premio de Literatura Mercedes Pinto (2004), el Premio de Creación Literaria Alfonso García Ramos (2007) por la novela La cueva de los leprosos, el premio de Relato Corto Isaac de Vega y el premio de relato Taramela.En 2001 fue seleccionado por Antonio García Ysábal en su antología La nueva poesía canaria, publicada por Verbum en Madrid. Poemas suyos han sido publicados por las revistas literarias Fetasa, La Fábrica, La Página y por la brasileña Iararana. Sobre su obra han escrito críticos y autores como Fernando Lázaro Carreter, José Saramago, Rafael Arozarena, Isaac de Vega, Bernd Dietz, Juan José Delgado, J.J. Armas Marcelo, Sabas Martín, Eligio Hernández, Rafael Fernández, Juan Ángel Juristo, entre otros. El escritor formó parte del comité de redacción de la revista de arte y literatura Fetasa y del consejo asesor de la revista Cuadernos del Ateneo de La Laguna. El Diccionario Espasa de Literatura Española incluye la trayectoria del escritor canario. En 2016 su obra poética fue seleccionada para ser incluida en Poesía canaria actual (antología 1960-1992) publicada por La Manzana Poética en Córdoba, así como en las antologías de poesía canaria contemporánea coordinadas por Miguel Martinón.Mareas y marmullos, un volumen de relatos que reúne cuentos escritos entre 1987 y 2009, fue publicado por Tropo Editores en 2011, mientras que sus últimas novelas, la quinta y sexta, respectivamente, en la trayectoria del escritor, son La cueva de los leprosos (La Caja Literaria, Tenerife, 2010) e Isla nada (Tropo, Zaragoza, 2013), destacada por el suplemento El Cultural del periódico El Mundo.Con su novela Todas las personas que mueren de amor, conquista el premio de novela Benito Pérez Armas 2013 de la Fundación CajaCanarias. Esta novela fue publicada por Editorial Salto de Página en 2015. La obra literaria del escritor canario ha sido objeto de al menos tres tesis, dos en Italia y una en 2014 en Brasil, donde la investigadora Sarah Munck publicó su tesis Víctor Álamo de la Rosa e os devaneios atlânticos. El investigador italiano Martin Beux publicó en Ediciones Aguere su ensayo El Hierro literario: una aproximación a la obra de Víctor Álamo de la Rosa. Por su parte, la investigadora Isotta Luca presentó en la Universidad de Venecia su trabajo sobre el léxico utilizado por el escritor en sus relatos.Su última obra narrativa es Omar el niño cangrejo, editada en 2017 por la editorial Siete Islas en Lanzarote, breve novela destinada al público juvenil que actualiza la vida de Omar el Cangrejo, un personaje que ya aparecía en sus primeros relatos.
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